Santiago,
20 de octubre de 2015
SEÑORA
CLARA LUZ CÁRDENAS
SQUELLA
DECANA
FACULTAD DE ARTES
UNIVERSIDAD DE CHILE
Estimada Decana:
En respuesta a su solicitud y en
razón de entregar nuestra opinión como
AFUCH – Filial Artes sobre el documento emanado por los estudiantes
representados por el COEFA, en la cual describen una serie de acontecimientos
que vivimos al interior de nuestra facultad, comunicamos a usted lo siguiente:
“Analizamos de forma conjunta,
como equipo directivo, la carta enviada por los Centros de Estudiantes
agrupados en el COEFA, en la cual presentan, a consideración de nosotros, una
tremenda crítica al actuar de las autoridades para enfrentar las diversas
situaciones que han ocurrido al interior de la Facultad durante este año y muestra un sinfín de errores y mal manejo
comunicacional que, lamentablemente,
arrastran reacciones vagas e inadecuadas, cuando quizás se quiere hacer
todo lo contrario, justo cuando nuestra
institución está atravesando un periodo de grave crisis institucional que no se
puede negar.
Sobre Presupuesto, Déficit y otros
relacionados:
Estamos preocupados por la lógica presupuestaria y déficit ad – hoc, que
estamos viviendo el día de hoy, ya que carecemos de información fidedigna que
nos aclare las dudas que tenemos al respecto, en especial por la cantidad de
datos que aparecen cada día y que no han sido, formalmente, aclarados por la
autoridad, lo que nos coloca en la disyuntiva de qué creer y a quién creer y
que se resume en la crisis de desconfianzas en la cual nos estamos sumiendo
como institución y, lamentablemente, estamos viviendo el día de hoy.
No queremos entrar en el detalle
que tan bien describen los estudiantes en su propia misiva, sobre el tema del
presupuesto y los errores que se han cometido al tratar de defender y posicionar a la Facultad dentro de los
grupos de trabajo convocados por la Rectoría, para tener un respaldo económico
que nos entregue la solución para poder salir del agujero en el cual nos
estamos sumiendo, pero sí, desde nuestro lugar, tenemos la visión de cómo los
famosos y conocidos “feudos” defienden sus propios espacios en desmedro del
bienestar global de la facultad, en un actuar mezquino que no nos permite
avanzar y no permitirá que se generen nuevos tiempos para todos nosotros. Para
qué mencionar que en toda esta obra somos los Funcionarios No Académicos los
más perjudicados, los que estamos al medio de este enfrentamiento entre
autoridades, académicos y estudiantes y somos quienes, finalmente, debemos
asumir los injustos “cambios” sin que alguien nos apoye, nos guie y nos
comunique para ser parte de las
transformaciones. Es verdad que algunos de nosotros somos tratados como simples
muebles para cambio, pero también es verdad de que algunos de nosotros no
permitiremos que esta lógica invasiva se siga promoviendo al interior de la
Facultad. Dignidad siempre digna.
Caso Imprenta:
Nos hablan los pasillos de “cambios”, “cierres de unidades”, “déficit”,
“no hay plata”. Nos hablan ahora del cierre de la “Imprenta”, unidad que
está ubicada en la Sede Centro, desde inicios de los años 80 y cuyo trabajo, en
resumen, nos provee de todo material en papel que necesitamos en la facultad.
Nos dicen: “se cierra, pero mantenga el
silencio. No lo comente”, o sea, una
bofetada a la Transparencia. Nos dicen: “cerrando
la Imprenta, se libera espacio para entregar infraestructura a los estudiantes”,
entonces, ¿después de más de 20 años se harán cargo de invertir platas en
arreglar y reacondicionar las salas donde está ubicada la imprenta, después de
que nuestros compañeros han estado sumidos en la humedad y el frio, casi 220
días al año (desde los 80’)?. ¿Alguien
ha visitado la imprenta en pleno verano?.
Nuestros compañeros utilizan
estufa mientras afuera la temperatura supera los 30 grados y ahora, recién
ahora, “alguien” tiene la idea de “dar el espacio a los estudiantes” y nunca,
nunca pensó en invertir dineros para mejorar las condiciones de trabajo de los
funcionarios, pero sí, hoy, en un momento de genialidad piensa en
“refaccionar” el espacio, ¿o
entregarán las salas así, en las condiciones en la cual están ahora?. Nos dicen: “nadie se irá, solo cambiarán de cargos” y quién asegura que el
personal de Imprenta tiene los conocimientos necesarios para realizar trabajos
para los cuales no se han especializado, cuestión preocupante, debido a las
posibles presiones que pueden sufrir nuestros compañeros por no cumplir en
tareas para las cuales no se les capacitó y no tienen la experiencia, salvo si
fuese en otra “imprenta”: ¿existirá capacitación asociada a este cambio?.
Finalmente, se dice que sus remuneraciones aumentan el déficit
que genera su unidad, pero resulta que al cambiar de cargo aumentará el gasto
en otra unidad. ¿Alguien calculó en cuánto subirá esto?.
Ahora, necesitamos acceder
al Informe Técnico Económico que
contenga el detalle del Déficit que genera la Imprenta. Necesitamos conocer el
detalle comparativo con el resto de las unidades para así contrastar los ítems
de gastos y ganancias (simple lógica). Necesitamos conocer los presupuestos que
se han realizado a otras imprentas para saber a quiénes se solicitarán los
trabajos de la unidad cerrada: costos, tiempos de entrega, etc. Necesitamos
conocer el análisis que se ha efectuado al respecto de las remuneraciones de
los funcionarios de la Imprenta versus el resto de las unidades (académicos y
no académicos). Sin informes, sin formalidad, todo lo que se diga carece de
peso legal y sin este respaldo las
palabras dichas son solo eso: palabras habladas.
En resumen, en el caso de
Presupuesto y Déficit, necesitamos los informes finales del Asesor Económico de
la Comisión Económica Administrativa y de los informes que se deben presentar
de forma posterior a la auditoría de la Contraloría Interna (que aparece como punto de acuerdo en el
documento firmado por la Mesa Negociación para las “bajadas de toma”) para
tener una real visión de los cambios que se deben generar al interior de la
facultad. No podemos apoyar acciones que consideramos un golpe a la dignidad de
los trabajadores, por más que se ofrezca mantenerlos en otros cargos, en
especial por que no existe una comunicación formal y fidedigna y la confianza necesaria para creer que esto
será algo positivo. Las transformaciones deben ser comunicadas de forma
creíble, para crear un trabajo mancomunado, para que los funcionarios confíen
en que se logrará un bien en común, para que cada uno quiera colocar un grano de
arena y ser un aporte a la tarea de “transformar “ nuestra institución y no que
sea casi un tormento el poder lograr cambios. Los funcionarios requieren
confiar en sus autoridades, pero el mantener las puertas cerradas, el estar en
silencio, la carencia de humildad en reconocer los errores, el no querer
transar y el no contar con una estrategia comunicacional creíble y empática,
está hundiendo a nuestra facultad y ninguno, tanto autoridades como los “dueños
de casa” (dichos de un académico en un
claustro en el MAC), quieren dar su mano a torcer. Solo se necesita un giro
para que todos trabajemos en un proyecto en común, pero, lamentablemente, en
las condiciones dadas ahora, está difícil avanzar. La mala gestión
administrativa está provocando un déficit valórico el cual es tiempo de
enfrentar.
Sobre la “Caída del Cielo Falso de la Sala
Elefante”:
Hemos sido testigos de los
“desplazamientos sorpresivos de los ascensores” al interior de la Sede Centro y
hemos visto, cada día, como aumenta el deterioro tanto de esta sede como de Las
Encinas y Pedro de la Barra. Es verdad que convivimos al interior de una
infraestructura antigua y que ha sufrido el paso de los años, de los
movimientos sísmicos que han afectado a nuestro país hasta los cambios externos
(suma de edificios) que han ido dañando nuestra casa. Podemos acusar al
Terremoto del Norte Chico que ocurrió el pasado miércoles 16 de septiembre e
indicarlo como culpable de la caída del cielo falso de la Sala Elefante, pero
no podemos ser ciegos para no criticar el pésimo control que existe sobre
nuestra paupérrima infraestructura. ¿Qué
debe acontecer para que se termine con la lógica de que el hecho ocurra para
convocar a la ACHS y al organismo técnico de la Universidad que se encarga de
hacer un informe post incidente. ¿No existe una forma de prevenir y prever que
algo puede suceder? (favor, omitir acusar a que los Terremotos no avisan).
Preguntamos: ¿Quién se encarga y tiene la responsabilidad de velar por que las
condiciones al interior de nuestra facultad sean las óptimas para el desarrollo
de las artes, la educación y el trabajo diario; que se implementen las mejoras
necesarias y efectivas entorno al cuidado y protección tanto de los
funcionarios (académicos y no académicos) y de los estudiantes y que sea capaz
de enfrentar el deterioro de la infraestructura con ideas y acción y no con explicaciones?”.
Como AFUCH – Filial Artes estamos
preocupados y esperamos ser convocados,
junto a todos los Funcionarios No Académicos, a una asamblea en la cual nos
pueda informar de todo lo que está ocurriendo y no esperar a que “el pasillo”
sea nuestro canal de comunicaciones con usted. No seguiremos aceptando
conductas divisionistas de algunos como tanto hemos criticado directamente. Usted
sabe a quienes particularmente nos referimos y que creemos son parte del
problema y no de la solución. Esperamos que en su rol como autoridad pueda
estar con su gente, con quienes hacemos el trabajo diario por construir
facultad, aquellos que ponemos las manos por ayudar en las condiciones que sean
y que queremos ser un aporte para lograr un objetivo común y salvar lo que
queda de nuestra casa, nuestro segundo hogar.
Atentamente,
EUGENIO SANDOVAL
LAZCANO, PRESIDENTE
TARYN MONDACA
BAEZA, 1ER DIRECTOR
PAMELA ALBORNOZ
SAN MARTÍN, DIRECTOR
DIRECTORIO
AFUCH – Filial Artes
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