miércoles, 4 de noviembre de 2015

Carta del AFUCH a decanato



Santiago, 20  de octubre de 2015
  
SEÑORA
CLARA LUZ CÁRDENAS SQUELLA
DECANA
FACULTAD DE ARTES
UNIVERSIDAD DE CHILE

Estimada Decana:

En respuesta a su solicitud y en razón de entregar nuestra  opinión como AFUCH – Filial Artes sobre el documento emanado por los estudiantes representados por el COEFA, en la cual describen una serie de acontecimientos que vivimos al interior de nuestra facultad, comunicamos a usted lo siguiente:

“Analizamos de forma conjunta, como equipo directivo, la carta enviada por los Centros de Estudiantes agrupados en el COEFA, en la cual presentan, a consideración de nosotros, una tremenda crítica al actuar de las autoridades para enfrentar las diversas situaciones que han ocurrido al interior de la Facultad durante este año  y muestra un sinfín de errores y mal manejo comunicacional que, lamentablemente,  arrastran reacciones vagas e inadecuadas, cuando quizás se quiere hacer todo lo contrario,  justo cuando nuestra institución está atravesando un periodo de grave crisis institucional que no se puede negar. 

Sobre Presupuesto, Déficit y otros relacionados:

Estamos preocupados por la  lógica presupuestaria y déficit ad – hoc, que estamos viviendo el día de hoy, ya que carecemos de información fidedigna que nos aclare las dudas que tenemos al respecto, en especial por la cantidad de datos que aparecen cada día y que no han sido, formalmente, aclarados por la autoridad, lo que nos coloca en la disyuntiva de qué creer y a quién creer y que se resume en la crisis de desconfianzas en la cual nos estamos sumiendo como institución y, lamentablemente, estamos viviendo el día de hoy. 

No queremos entrar en el detalle que tan bien describen los estudiantes en su propia misiva, sobre el tema del presupuesto y los errores que se han cometido al tratar de defender  y posicionar a la Facultad dentro de los grupos de trabajo convocados por la Rectoría, para tener un respaldo económico que nos entregue la solución para poder salir del agujero en el cual nos estamos sumiendo, pero sí, desde nuestro lugar, tenemos la visión de cómo los famosos y conocidos “feudos” defienden sus propios espacios en desmedro del bienestar global de la facultad, en un actuar mezquino que no nos permite avanzar y no permitirá que se generen nuevos tiempos para todos nosotros. Para qué mencionar que en toda esta obra somos los Funcionarios No Académicos los más perjudicados, los que estamos al medio de este enfrentamiento entre autoridades, académicos y estudiantes y somos quienes, finalmente, debemos asumir los injustos “cambios” sin que alguien nos apoye, nos guie y nos comunique para ser  parte de las transformaciones. Es verdad que algunos de nosotros somos tratados como simples muebles para cambio, pero también es verdad de que algunos de nosotros no permitiremos que esta lógica invasiva se siga promoviendo al interior de la Facultad. Dignidad siempre digna. 

Caso Imprenta:

Nos hablan los pasillos de “cambios”, “cierres de unidades”, “déficit”, “no hay plata”. Nos hablan ahora del cierre de la “Imprenta”, unidad que está ubicada en la Sede Centro, desde inicios de los años 80 y cuyo trabajo, en resumen, nos provee de todo material en papel que necesitamos en la facultad. Nos dicen: “se cierra, pero mantenga el silencio.  No lo comente”, o sea, una bofetada a la Transparencia. Nos dicen: “cerrando la Imprenta, se libera espacio para entregar infraestructura a los estudiantes”, entonces, ¿después de más de 20 años se harán cargo de invertir platas en arreglar y reacondicionar las salas donde está ubicada la imprenta, después de que nuestros compañeros han estado sumidos en la humedad y el frio, casi 220 días al año (desde los 80’)?.  ¿Alguien ha visitado la imprenta en pleno verano?.  Nuestros compañeros  utilizan estufa mientras afuera la temperatura supera los 30 grados y ahora, recién ahora, “alguien” tiene la idea de “dar el espacio a los estudiantes” y nunca, nunca pensó en invertir dineros para mejorar las condiciones de trabajo de los funcionarios, pero sí, hoy, en un momento de genialidad piensa en
“refaccionar” el espacio, ¿o entregarán las salas así, en las condiciones en la cual están ahora?.  Nos dicen: “nadie se irá, solo cambiarán de cargos” y quién asegura que el personal de Imprenta tiene los conocimientos necesarios para realizar trabajos para los cuales no se han especializado, cuestión preocupante, debido a las posibles presiones que pueden sufrir nuestros compañeros por no cumplir en tareas para las cuales no se les capacitó y no tienen la experiencia, salvo si fuese en otra “imprenta”: ¿existirá capacitación asociada a este cambio?. Finalmente,  se dice  que sus remuneraciones aumentan el déficit que genera su unidad, pero resulta que al cambiar de cargo aumentará el gasto en otra unidad. ¿Alguien calculó en cuánto subirá esto?.

Ahora, necesitamos acceder al  Informe Técnico Económico que contenga el detalle del Déficit que genera la Imprenta. Necesitamos conocer el detalle comparativo con el resto de las unidades para así contrastar los ítems de gastos y ganancias (simple lógica). Necesitamos conocer los presupuestos que se han realizado a otras imprentas para saber a quiénes se solicitarán los trabajos de la unidad cerrada: costos, tiempos de entrega, etc. Necesitamos conocer el análisis que se ha efectuado al respecto de las remuneraciones de los funcionarios de la Imprenta versus el resto de las unidades (académicos y no académicos). Sin informes, sin formalidad, todo lo que se diga carece de peso legal y sin este respaldo las  palabras dichas son solo eso: palabras habladas. 

En resumen, en el caso de Presupuesto y Déficit, necesitamos los informes finales del Asesor Económico de la Comisión Económica Administrativa y de los informes que se deben presentar de forma posterior a la auditoría de la Contraloría Interna  (que aparece como punto de acuerdo en el documento firmado por la Mesa Negociación para las “bajadas de toma”) para tener una real visión de los cambios que se deben generar al interior de la facultad. No podemos apoyar acciones que consideramos un golpe a la dignidad de los trabajadores, por más que se ofrezca mantenerlos en otros cargos, en especial por que no existe una comunicación formal y fidedigna y  la confianza necesaria para creer que esto será algo positivo. Las transformaciones deben ser comunicadas de forma creíble, para crear un trabajo mancomunado, para que los funcionarios confíen en que se logrará un bien en común, para que cada uno quiera colocar un grano de arena y ser un aporte a la tarea de “transformar “ nuestra institución y no que sea casi un tormento el poder lograr cambios. Los funcionarios requieren confiar en sus autoridades, pero el mantener las puertas cerradas, el estar en silencio, la carencia de humildad en reconocer los errores, el no querer transar y el no contar con una estrategia comunicacional creíble y empática, está hundiendo a nuestra facultad y ninguno, tanto autoridades como los “dueños de casa” (dichos de un  académico en un claustro en el MAC), quieren dar su mano a torcer. Solo se necesita un giro para que todos trabajemos en un proyecto en común, pero, lamentablemente, en las condiciones dadas ahora, está difícil avanzar. La mala gestión administrativa está provocando un déficit valórico el cual es tiempo de enfrentar. 

Sobre la “Caída del Cielo Falso de la Sala Elefante”:

Hemos sido testigos de los “desplazamientos sorpresivos de los ascensores” al interior de la Sede Centro y hemos visto, cada día, como aumenta el deterioro tanto de esta sede como de Las Encinas y Pedro de la Barra. Es verdad que convivimos al interior de una infraestructura antigua y que ha sufrido el paso de los años, de los movimientos sísmicos que han afectado a nuestro país hasta los cambios externos (suma de edificios) que han ido dañando nuestra casa. Podemos acusar al Terremoto del Norte Chico que ocurrió el pasado miércoles 16 de septiembre e indicarlo como culpable de la caída del cielo falso de la Sala Elefante, pero no podemos ser ciegos para no criticar el pésimo control que existe sobre nuestra paupérrima  infraestructura. ¿Qué debe acontecer para que se termine con la lógica de que el hecho ocurra para convocar a la ACHS y al organismo técnico de la Universidad que se encarga de hacer un informe post incidente. ¿No existe una forma de prevenir y prever que algo puede suceder? (favor, omitir acusar a que los Terremotos no avisan). Preguntamos: ¿Quién se encarga y tiene la responsabilidad de velar por que las condiciones al interior de nuestra facultad sean las óptimas para el desarrollo de las artes, la educación y el trabajo diario; que se implementen las mejoras necesarias y efectivas entorno al cuidado y protección tanto de los funcionarios (académicos y no académicos) y de los estudiantes y que sea capaz de enfrentar el deterioro de la infraestructura con  ideas y acción y  no con explicaciones?”.

Como AFUCH – Filial Artes estamos preocupados y esperamos ser  convocados, junto a todos los Funcionarios No Académicos, a una asamblea en la cual nos pueda informar de todo lo que está ocurriendo y no esperar a que “el pasillo” sea nuestro canal de comunicaciones con usted. No seguiremos aceptando conductas divisionistas de algunos como tanto hemos criticado directamente. Usted sabe a quienes particularmente nos referimos y que creemos son parte del problema y no de la solución. Esperamos que en su rol como autoridad pueda estar con su gente, con quienes hacemos el trabajo diario por construir facultad, aquellos que ponemos las manos por ayudar en las condiciones que sean y que queremos ser un aporte para lograr un objetivo común y salvar lo que queda de nuestra casa, nuestro segundo hogar. 

Atentamente,

EUGENIO SANDOVAL LAZCANO, PRESIDENTE
TARYN MONDACA BAEZA, 1ER DIRECTOR
PAMELA ALBORNOZ SAN MARTÍN, DIRECTOR
DIRECTORIO
AFUCH – Filial Artes

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